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lunes, 25 de octubre de 2010

No te juzgo, sólo te amo

Hoy escuché que un día le preguntó un periodista a la Madre Teresa de Calcuta qué pensaba de los homosexuales que tenían sida. Ella le contestó que no le interesaba la persona porque fuera homosexual o no, o tuviese o no sida. Lo qué sí le importaba era amarla.
Puerta al corazón 800.jpg (defondos.com)
Ante situaciones adversas de la vida, siempre he tratado de escuchar mi corazón. La razón puede jugarnos una mala pasada en cuanto que mezcla el deber, con la lógica, con el sentido común y con los prejuicios. El corazón, en cambio, va más allá. Cala hondo, va a lo profundo, descubre nuestra verdadera humanidad y nos redime. El corazón siempre dice la verdad. Yo suelo decir: "... y sí, es así, no me gustan algunas de sus actitudes. Pero... la/lo quiero". Y como "el corazón tiene razones que la razón no puede entender", sé que me va a dictar la "posta" y a él me remito. No falla. Si creés que hay un Dios que habita en tu corazón. Él no deja que te pierdas, te consuela y te guía. 
Chely