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miércoles, 9 de octubre de 2013

CITAS DE LIBROS 3

El amor, la fe y la verdad

"En esta situación, ¿puede la fe cristiana ofrecer un servicio al bien común indicando el modo justo de entender la verdad? Para responder, es necesario reflexionar sobre el tipo de conocimiento propio de la fe. Puede ayudarnos una expresión de san Pablo, cuando afirma: « Con el corazón se cree » (Rm 10,10). En la Biblia el corazón es el centro del hombre, donde se entrelazan todas sus dimensiones: el cuerpo y el espíritu, la interioridad de la persona y su apertura al mundo y a los otros, el entendimiento, la voluntad, la afectividad. Pues bien, si el corazón es capaz de mantener unidas estas dimensiones es porque en él es donde nos abrimos a la verdad y al amor, y dejamos que nos toquen y nos transformen en lo más hondo. La fe transforma toda la persona, precisamente porque la fe se abre al amor. Esta interacción de la fe con el amor nos permite comprender el tipo de conocimiento propio de la fe, su fuerza de convicción, su capacidad de iluminar nuestros pasos. La fe conoce por estar vinculada al amor, en cuanto el mismo amor trae una luz. La comprensión de la fe es la que nace cuando recibimos el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da ojos nuevos para ver la realidad". (26)


"En realidad, el amor no se puede reducir a un sentimiento que va y viene. Tiene que ver ciertamente con nuestra afectividad, pero para abrirla a la persona amada e iniciar un camino, que consiste en salir del aislamiento del propio yo para encaminarse hacia la otra persona, para construir una relación duradera; el amor tiende a la unión con la persona amada. Y así se puede ver en qué sentido el amor tiene necesidad de verdad. Sólo en cuanto está fundado en la verdad, el amor puede perdurar en el tiempo, superar la fugacidad del instante y permanecer firme para dar consistencia a un camino en común. Si el amor no tiene que ver con la verdad, está sujeto al vaivén de los sentimientos y no supera la prueba del tiempo. El amor verdadero, en cambio, unifica todos los elementos de la persona y se convierte en una luz nueva hacia una vida grande y plena. Sin verdad, el amor no puede ofrecer un vínculo sólido, no consigue llevar al « yo » más allá de su aislamiento, ni librarlo de la fugacidad del instante para edificar la vida y dar fruto". (27, frag.)

Extraído de Carta Encíclica Lumen Fidei (Papa Francisco)

viernes, 4 de octubre de 2013

CITAS DE LIBROS 2

La naturaleza de la creatividad
La creatividad es una cualidad originaria del funcionamiento del hombre... La reflexividad sobre sí misma, la capacidad de pensar sobre los propios pensamientos, abre el camino a la inusual capacidad, en el caso de los humanos, de generar nuevos conceptos, hipótesis, apreciaciones de situación, posibilidades de acción, incluyendo la posibilidad de apoyarse en lo que el entorno le brinda, con lo cual incrementa sustancialmente su capacidad de desenvolverse en el mundo. La condición creativa no es un don ni una rara condición, es parte de la naturaleza humana y depende de cómo se desarrolle el sujeto ( de Rendo y Vega).

Extraído de "Juego - Resiliencia - Resiliencia - Juego" 
de Susana Gamboa de Vitelleschi

CITAS DE LIBROS 1

Heridas de la vida
Muchas personas sufren por la falta de amor. Porque ya desde niños han hecho todo lo posible por ser apreciados y amados, pero no recibieron la atención y el cariño que necesitaban. Así les ha quedado el corazón herido y nunca tienen el amor que buscan, siempre se sienten defraudados. Porque en realidad esa herida de amor no se cura con compañía, caricias y atenciones. Eso es como una droga que a la larga no hace más que agrandar su necesidad interior, y la herida se vuelve más profunda.
Esa herida de amor se cura sólo en la soledad, enfrentando lo que uno siente, reconociéndolo con claridad, mirándolo de frente, poniéndole un nombre al propio dolor, y dándose cuenta de que no vale la pena vivir pendiente de esa necesidad, como mendigos y esclavos. Porque si uno no enfrenta esa soledad dolorosa y no acepta morir a esa necesidad enfermiza de amor, sólo utilizará a las personas para satisfacer esa necesidad, y así nunca podrá vivir un amor o una amistad de verdad.
Cuando uno enfrenta hasta el fondo su soledad interior, descubre que allí está el Señor golpeando a la puerta, con toda la fuerza sanadora de su amor divino. Recibiendo ese amor nos sentimos dignos, nos sentimos valorados de verdad, nos sentimos reconocidos gratuitamente, y entonces sí podremos dedicarnos a dar amor a los demás sin esperar que nos devuelvan algo. Sólo así sabremos por fin lo qué es el amor.

Extraído de "Un estímulo todos los días" de Víctor Manuel Fernández (Día 25 de setiembre)